Navegante solitario, amigo de la tramontana que viaja inseparable y sin descanso.
Muchos fueron pero pocos regresaron de aquél viaje, y todavía hoy son menos los que pueden contarlo. Es curioso como partían sabiendo de su más que probable destino, y sin embargo, no les importaba dejarlo todo. Como volando sobre el mar, el viento empujaba fuerte a aquellos valientes navegantes llenos de sueños que renunciaron a una vida larga pero tranquila, la libertad del mar, de controlar el tiempo, todo parecía posible en ese momento.
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